Introducción
a los procesos de criogenización
La
criogenización esta íntimamente relacionada con las propiedades y usos
de los materiales a temperaturas extremadamente bajas en las etapas de
producción, almacenamiento y operación de los fluidos criogénicos.
Un
gas es considerado criogénico si puede cambiar a estado líquido al
reducir su temperatura a un valor muy bajo. Normalmente los fluidos criogénicos
son gases a temperatura y presión ambiente.
La
consecución de temperaturas tan bajas se logra mediante recipientes de
almacenamiento aislados por vacío llamados Dewar o bien mediante tanques
de doble capa que contienen otro fluido criogénico intermedio como puede
ser el nitrógeno líquido.
Propiedades
del hidrógeno líquido relativas al almacenaje y manipulación
El
hidrógeno líquido es transparente, incoloro, inodoro e insípido. Las
propiedades más importantes desde el punto de vista del almacenamiento y
manipulación son su baja temperatura de ebullición, baja densidad y alta
volatilidad.
El
hidrógeno muestra un fenómeno de conversión orto-para. Este fenómeno
se produce porque el hidrógeno tiene dos disposiciones posibles: la
paralela (orto-hidrógeno) y la antiparalela (para-hidrógeno). Está última
configuración tiene el menor nivel de energía sin embargo la configuración
orto tiene el triple de niveles de energía disponibles. De manera que a
elevada temperatura (temperatura ambiente y superiores) el hidrógeno en
equilibrio está formado por un 75% en forma orto y un 25% en forma para.
A temperatura de 20.3 K estos porcentajes varían hasta alcanzar un 99.7
en forma para. Si el hidrógeno se licua sin la presencia de un
catalizador que acelere la conversión de hidrógeno orto a para el
producto resultante tiene básicamente la misma composición que tendría
a temperatura ambiente (hidrógeno “normal”). La energía teórica
para la licuefacción del hidrógeno es de 11.8 MJ/kg aunque si la
conversión transcurre durante la licuefacción la energía necesaria se
eleva hasta 14.1 MJ/kg.
A
pesar de estas y otras dificultades la tecnología para el manejo y
almacenamiento de hidrógeno líquido se ha desarrollado de forma exitosa.
Almacenamiento
criogénico
Una
vez que el hidrógeno ha sido licuado y purificado se necesita de un
sistema que permita su trasiego y almacenaje. Los objetivos principales de
estos sistemas están orientados a minimizar las pérdidas de fluido criogénico
y a mantener las velocidades de transferencia dentro de unos parámetros
de seguridad, fiabilidad y costes.
Sistemas
de aislamiento
El
avance experimentado en el desarrollo de materiales y técnicas para el
aislamiento ha sido formidable. Existen múltiples sistemas para el
aislamiento, la mayoría de ellos empleados en el almacenamiento: vacío
con “escudo” de nitrógeno líquido,
vacío+espumas, vacío+perlita y vacío+multicapas,
“superaislamiento”. La elección de uno u otro para una aplicación en
particular depende de factores como el coste, la rugosidad, el peso, el
volumen y la fiabilidad. La propiedad más importante de los aislamientos
es su conductividad térmica. Para una pérdida de calor dada el espesor
de los aislamientos puede variar mucho en función del tipo escogido.
Depósitos
Dewar
Los
recipientes a presión de hidrógeno líquido se construyen en una gran
variedad de tamaños desde frascos de laboratorio de un litro hasta Dewars
de 3 millones de litros en las aplicaciones aeroespaciales. El
funcionamiento de estos depósitos de almacenamiento varía y depende
principalmente del tipo de aislamiento empleado, del tamaño y forma del
depósito y del soporte estructural del mismo.
Almacenamiento
a gran escala
La
situación se divide según el esquema siguiente:
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